Dan último adiós a hermanitos asesinados en Juchitán
*Entre porras y gritos de Justicia, dieron el último adiós a Danielito y Perlita
Redacción
Al ritmo de la canción del Komander, “Descansa mi amor”, llegaron en dos cajitas forradas de tela satinada blanca, los cuerpos de Daniel, de 7 y Perla, de 9 años, al panteón Domingo de Ramos, en Juchitán, presuntamente asesinados por su padre.
Acompañados por un grupo de niños, que los acompañaron a su última morada, vestidos con su uniforme escolar, globos y flores blancas, muestra de la inocencia de los pequeños que murieron en condiciones aún desconocidas, presuntamente a manos de progenitor. Los cuerpos aparecieron abandonados en la carretera, con huellas de tortura.
A pesar de que en un principio, se dijo que presuntamente el padre podría haberlos ultimado y que había sido detenido por la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, la familia desmiente que haya sido el progenitor y exigen el esclarecimiento del crimen.
Los niños perdieron su inocencia, y perdieron la vida, en manos de no se sabe quién, pero no hubo junto a ellos un adulto que debió cuidarlos, procurarlos y defenderlos de la maldad del mundo, no hubo quien los cuidara y defendiera, y entonces, un día, amanecieron sin vida, uno encima de otro, en medio de los matorrales.
Entre porras, vivas y gritos de justicia, llegaron al lugar donde una fosa doble de tierra, los esperaba, un maestro gritaba sus nombres mientras los pequeñines que acudieron al panteón respondían; “¡Presente!”, las lágrimas y gritos desgarradores de la familia se escuchaban aún por encima de la música que en todo momento despidió a los menores.
Este domingo, Danielito y Perlita fueron enterrados, uno al lado del otro, así como vivieron su niñez; a los lados de sus féretros, colocaron sus ropas y encima de ellos una corona de rosas blancas sobre él y rosas sobre ella.
Llegó la hora de cubrir de tierra las pequeñas cajas, y mientras algunos aventaban flores y globos; en el aire las notas de “Puño de Tierra”, comenzaron a sonar, mientras la tierra cobijaba a los hermanitos que por fin dejaron de sufrir.
Como se recordara, este 18 de febrero fueron localizados los cuerpos de un niño y una niña sin vida en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Sus cuerpos estaban sobre la carretera federal Transístmica, por el Canal 33, en el tramo El Espinal – Juchitán de Zaragoza.